miércoles, 14 de octubre de 2009

Eterna


El tiempo se torna lento,
Manos agiles palpitantes.
Cada rincón grita tu nombre
En mi retina tu imagen
Mujer infinita
Reencarnas en mi sensaciones indescriptibles
Nuestras almas al unísono danzan alegres,
Calles lejanas,
Inviernos interminables.
Me cobijas sobre tu pecho
Tus labios cubren mi cuerpo
El silencio nos asfixia con su esplendor
Mujer infinita
Arrástrame a tu abismo
Cierra los ojos
Y volemos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

En las puertas de mi alma


La bienvenida es tan sólo algo más que un adiós mal interpretado. El abrir los brazos en gesto de afecto, en recibimiento fingidono está a más de un paso del tierno estrangulamiento. Pero claro: tú sigues atado a tu mente.

¿Cómo podrías tú confundir de aquella manera sentimientos tan cruzados, tan contradictorios?, ¿cómo no puedes tú cruzar la mirada con la de alguien más sin tener ganas de saltar sobre ella y desatarte?, ¿ cómo podrías tú ver algo sin verlo en blanco y negro, sin graduar? Continúa leyendo, te invito a pasar de la manera desesperada como la antes descrita, continúa leyendo y encuentra todo aquello que te falta, todas aquellas cosas a las que le volteas la cara, todo lo que no comprendes, eso elemental que te falta para ser algo, alguien. Sigue y mira en blanco y negro.

Múerete de celos, porque estás enjaulado en tu cuerpo, porque no tienes el don. La locura es un don divino, divina luz de muerte. Poder enloquecer, poder escupirle al suelo porque vive. Porque tengo un don que tú no imaginas. Demencia.